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17 de noviembre de 2011

3. La cruzada contra las pantuflas de perro




("Bolas" la mascota de la cruzada)
      Cuantos filósofos de chalecos con rombos y pantuflas de perro diariamente caminan con la mayor impunidad hacia salones de clases en donde no solo son alineados ideológicamente, sino que también se parten el culo y la cabeza buscando la epísteme pensando en hombrecillos de bigotes respingados, nunca entenderán que estos tiempos no son para los filósofos de salón. Hoy le estamos doblando el brazo al intelectualismo dogmático de los delicados principalmente gracias a tres entidades clave, dos de ellas son resumidas en el popular dicho: "los niños y los borrachos siempre dicen la verdad", la esencia de los primeros se debe a la espontaneidad y en el segundo caso a la poca capacidad de ubicación del individuo ( lo cual también es espontaneidad al fin de cuentas, esa carencia de filtros que nos hace originales en la máxima expresión del término), característica muy poco frecuente en los doctos que acostumbran a tomar el té con azucar normal para sentirte algo mas transgresores, no se dan cuenta que nosotros, los generalmente conocidos como "gente común" nos cansamos de los teóricos y sus pantuflas, no somos canutos y aun asi nos reímos en la naríz judía del cachondo tio Freud y de todo aquel que se atreva a armar perfiles psicológicos colectivos, seamos espontáneos joder! sé tu mismo y no caigas en sus estereotipos de alineación.
La tercera entidad clave son las monedas adivinatorias para los indecisos, puedes usar cualquiera, las de 10, de 50 100 o 500, todas son buenas, es decir, he sabido de monedas que han predicho enamoramientos y des-virginaciones, he visto Taoístas calmando y sanando gente angustiada con monedas usando el I Ching, ¿entonces porqué los del vulgo no podemos jugar con los hilos del espacio-tiempo? ¿necesitamos dejarnos crecer un poco la barba o depilarnos y asistir a clases de yoga con viejas cuicas? Yo, Juan Luchito Perez digo que no, Traigan a sus niños, junten a sus borrachos, lancen sus monedas al aire, la única precaución necesaria es que esta no vaya a caer en el ojo de alguien, si eso no ocurre ya estarás ayudando en la cruzada de Juan Luchito Perez contra las fábricas de filósofos de salón y lo que es aun mas importante.. contra las pantuflas de perro.

PD: a pesar de los descargos del tio Freud, estas líneas no fueron redactadas buscando alguna ventaja sexual.

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