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23 de noviembre de 2011

8. El pie de frutos rojos





En un furgón adaptado vendiendo dulces, queques y berlines junto al hospital regional, vive Pancracia Tahona, conocida también como Cuasimoda entre los vendedores ambulantes de la cuadra. 

Pancracia se separó hace algunos años de su esposo en Temuco, de donde vino escapando de las pensiones alimenticias y de la gente que habla cantado, juntó el dinero de sus ahorros y se instaló con aquel puesto, sin embargo no todo iba tan jodidamente bien, el negocio no andaba y los dulces sofisticados de precio elevado no tenían ni tendrán cabida en la dieta universitaria adicta a la chatarra, hamburguesas vegetarianas y galletas de avena. El resto de la comida no es proletaria.
Un día bien tarde mientras preparaba unos strudel, desconcentrada y aturdida como de costumbre, una batidora cercenó su dedo meñique, el que inevitablemente fue a parar dentro del bol en donde preparaba la masa, dudó por un momento, pero sabía que nadie la estaba mirando, entonces tomó unas cuantas frutillas, moras y frambuesas y decidió hacer un innovador dulce.
A la mañana siguiente, un grupo de hambrientos estudiantes de ingeniería que acababan de dar un certamen fueron atraídos por el novedoso pie de frutos rojos.
-¡Que delicia!-. exclamaban los jóvenes. Dos horas duraron los sesenta dulces y además durante la tarde llegaron muchos estudiantes pidiendo el famoso pie, sin duda Pancracia debía volver a preparar más dulces para el día siguiente, pero su racionalidad le impedía mutilarse por un par de billetes. Entonces Cuasimoda tenía todo un dilema en la cabeza, cerró el boliche y salió a tomar un poco de aire, cruzó la calle y se fue a fumar un cigarrillo sentada en uno de los costados del arco de medicina, fue allí donde vio cómo desde el malabar salió un joven afirmado en los mocos de tan ebrio, apenas se arrastraba y un perro le había robado una zapatilla. Cuasimoda pocas veces había corrido tan deprisa, fue hasta el el furgón a buscar el cuchillo de cocinero y volvió hasta el joven, en una rápida intervención solo tomó lo que necesitaba, los meñiques.
Pancracia Tahona hoy en día es una exitosa empresaria dedicada al rubro de la pastelería, tiene varios furgones repartidos en Concepción y sus pie de frutos rojos tienen un éxito sin igual. Las noches de fin de semana se le puede ver merodeando a las afueras de los locales cerca de la plaza perú.

3 comentarios:

  1. jajaja como unhada de los dientes malvada xD.. pero esta es de meñiques!! xD.. me gusta aunque cuando se hablaba de la idea yo me imainaba otras cosas xD.... ya te comentare depués.. xD

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  2. de hecho los únicos q le compran son los de medicina xD

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  3. ayer pasé por afuera del Tahona, vi a "Pancracia" leyendo el diario. Psicopateando de reojo y leyendo el diario según yo.

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