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16 de agosto de 2012

17. Conjetura desde la no conciencia

Hoy el día es extraño, pasa lento y le encuentro una tonalidad sepia, las blancas paredes de mi departamento se estrechan y presiento que la realidad termina detrás de ellas, como las paredes de una burbuja en el vacío, y por mas que lo intento esta "realidad" no me convence, le encuentro fallas en su espacio-tiempo.
Declaro que dudo de la existencia de todo lo que hay en el mundo sensorial que me rodea, de la materia y de la sinceridad de los seres sintientes con los que me relaciono. Dudo que mi existencia sea la que encuentro en mi memoria, desconfío de la simulación que ha creado mi conciencia y me confunde la información errática que me proporcionan mis recuerdos.
"Supongo" que han sido alucinaciones la serie de emociones y sentimientos que últimamente han proliferado en mi (al menos así lo he razonado luego de interactuar con ciertas entidades), de estos últimos no logro determinar la veracidad, pero seguramente son la piedra angular de la lógica que intento decifrar.
He visto tantas películas en donde los protagonistas viven su cotidianidad hasta descubrir que son esquizofrénicos justo antes del final en donde mueren o son encerrados, que me angustia la idea de estar ante el crepúsculo de mi raciocinio, y a momentos creo que si ese fuera mi caso, no debería exteriorizar tanto lo que pienso, que debería analizar esta transición locura-realidad o realidad-locura aparentando indiferencia, para que los demás crean que todo sigue como siempre, no vaya a ser que algún carcelero me sienta sacando conclusiones.
Hoy no creo en nadie, nadie es la linda idealización de lo que cree ser, todas esas creaciones intangibles se reducen a la mera ilusión porque la voluntad de personificarlas será abandonada tan pronto como un sentido pida ser complacido.